La concepción del Museo Banco de México

por Alef Pérez

El Banco de México resulta fundamental en la economía mexicana, a simple vista, provee de moneda propia a la nación. Mientras busca la estabilidad, también mantiene el poder adquisitivo del dinero y de los precios. Es posible agregar, facilita el buen funcionamiento del sistema financiero y de pagos. En tal escenario, la autonomía resulta básica para evitar la interferencia de intereses contrarios a sus propósitos.  

En buena medida, el Banco de México fue desconocido para buena parte de la sociedad mexicana, a pesar de portar todos sus monedas y billetes. En respuesta, su Museo resultó ideado para difundir la labor de la institución desde su edificio histórico. En septiembre de 2021, en la esquina del actual Eje Central y 5 de Mayo, el nuevo recinto abrió sus puertas al público y centró su atención en la misma institución, es ahí donde entendimos el ¿por qué? Le otorgamos nuestra confianza. 

En cuanto datos para el visitante, el Museo abre de martes a domingo, comienza a recibir al público a las 11:00h y cierra a las 17:00h. La entrada es gratuita cualquier día y para toda persona. Al buscar recuerdos, las instalaciones cuentan con su propia tienda. De forma digital, la página web resulta un importante apoyo al ampliar la experiencia, junto la presencia en diversas redes sociales. Sin olvidar, las instalaciones resultan incluyentes para la población con capacidades diferentes. 

La museografía muestra una importante innovación digital, acompañada de cuestiones analógicas. Es de rescatar, las proyecciones pueden llegar a ser para un objeto o hasta apoderarse de espacios completos de forma inmersiva. En algunas partes, la facilidad de movimiento de las piezas permite observar desde cualquier ángulo con una muy buena iluminación. A grandes rasgos, toda la exposición resulta de calidad. 

Al considerar la exposición, los espacios del Museo muestran una tenue división. En la planta baja, la “Sala del Dinero” y la “Sala de la Autonomía” son las dominantes, la primera otorga una idea general de la evolución histórica de los medios de intercambio, la segunda señala la necesidad de la confianza en la autonomía del trabajo del Banco de México. En el sótano, la bóveda muestra una experiencia inmersiva y, en un pequeño espacio lateral, parte de la colección numismática. Al comenzar a subir, el mezanine está marcado por la representación digital del diseño de un vitral de Silvestre Revueltas. En la planta alta, la sala de exhibiciones temporales busca mantener la atención de los visitantes frecuentes con novedades bien diseñadas.

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