por Alef Pérez Ávila
En 1929, el Banco de México comenzó su colección numismática, mantuvo un constante crecimiento y llegó a ser la más impresionante del país hasta nuestros días, con 118 mil piezas y sumando. Desde un principio, comenzó a tener su propia subdivisión: monedas antiguas, billetes, medallas y otros valores.
En cierta medida, la colección numismática mantiene bajo su resguardo elementos de diversas épocas y casi todo el mundo. Sin embargo, las piezas tienen un fuerte peso en las procedentes de México, con muy pocos huecos, por lo tanto, pueden ser consideradas un baluarte de la misma memoria nacional, al considerarse algo irremplazable entre los bienes materiales de los mexicanos.
A través del tiempo, la colección numismática quedó resguardada fuera del alcance del público en bóvedas y bodegas, es posible decir, fue cuidada para evitar su deterioro. Su valor estuvo en existir y permanecer inamovible. Sin embargo, desde su proyección, el Museo planteó llevar parte de ésta al público en general, lo cual la desempolvó y permitió darla a conocer con amplitud a través de sus piezas originales.
Por el tamaño de la colección, el personal del Museo seleccionó las piezas que considero más significativas para agregarlas a la exposición. Algunos materiales debieron ser retocados sin alterar su esencia de carácter histórico. Sin olvidar, las condiciones debieron ser garantizadas para mantener la calidad a pesar de estar bajo el constante escrutinio de los visitantes.
En su diseño, el Museo cuenta con diversos apoyos digitales para construir su narración. En cierto momento, las caras de personajes históricos en los billetes cobran vida con movimientos y diálogos, esto permite conocer su relevancia en el pasado y el ¿por qué? están en las carteras de los mexicanos. Es de hacerse notar, la exhibición de los materiales numismáticos originales toma un lugar central en especial en la “Sala del Dinero”, aunque también cuenta con su espacio en una pequeña bóveda secundaria a un costado de la principal.
En la exhibición, al ver el dinero fiduciario, todas las familias de billetes del Banco de México están representadas, también puede ser vista la misma medalla conmemorativa de la fundación del Museo. Sin olvidar, la protección de un buen número de materiales históricos resulta móvil para ver los diversos ángulos o tienen una lupa capaz de dar cuenta de los detalles.
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