La libertad de los negros tras el fin de la Guerra de Secesión Norteamericana

por Alef Pérez

En 1865, los esclavos sureños encontraron la noticia del fin de la Guerra de Secesión Norteamericana. De golpe, la libertad resultó papable para la mayoría de los negros en la región sureña, algunos lo tomaron con júbilo, otros mostraron cautela sobre un futuro incierto sin las ataduras a sus amos, estuvieron frente lo desconocido. A final de cuentas, tal acontecimiento resultó relevante en todas las tierras de la derrotada Confederación. Es de mencionarse, algunos estuvieron antes en esa situación por estar en territorios conquistados previamente por la Unión. 

Al fin de la Guerra de Secesión, los negros sureños dejaron de ser objetos bajo el resguardo de sus amos, quienes les procuraron cuidados mientras fueran útiles y los desecharon al perder su capacidad productiva (Pani, 2018: 145), eran herramientas sin posibilidad de un trato humano. Con la libertad en sus manos, algunos comprendieron la importancia de su fuerza de trabajo, que era su única posición de valor verdadero para vender al mejor postor y obtener un salario. Por tales cambios, el capitalismo norteamericano perfeccionó su sistema de explotación. 

En su día a día, los negros sureños sufrieron pobreza y violencia. Como parte de las alegrías de la vida, realizaron actos antes prohibidos para ellos como recorrer veredas y conocer su entorno físico, compraron perros, armas, alcohol y, los menos, parcelas para cultivar. Podemos decir, buscaron dar sentido y disfrutar su libertad. Sus comunidades florecieron con la construcción de casas, escuelas, comercios e iglesias. Las familias intentaron reproducir los esquemas de los blancos al ser nucleares con su padre, madre e hijos. 

En el escenario político sureño, los libertos irrumpieron con fuerza como no lo volvieron hacer en generaciones. Alcanzaron cargos de relevancia en diversas localidades. Sin olvidar, ejercieron el derecho al voto en donde resultó posible. A partir de la primera oportunidad, la ciudadanía fue ejercida por los previamente esclavos. 

De forma soterrada en los primeros años tras la Guerra de Secesión, la población blanca sureña sufrió el fin de sus privilegios al desaparecer la sociedad esclavista. Actuaron en contra de la población negra en cualquier oportunidad. De forma clandestina, el Ku Klux Klan, los Camisas Rojas, entre otras organizaciones fueron fundadas con una clara ideología racista.

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