El México del Porfiriato en los circuitos comerciales internacionales

por Alef Pérez

En el Porfiriato, el sector exportador logró crecer y alcanzó a ser el más dinámico de la economía. Al ver los productos, las exportaciones de oro y plata lograron mantener su importancia, sin embargo, otros minerales comenzaron a cobrar relevancia. Es de agregarse, algunos productos industriales, ganaderos y agrícolas traspasaron las fronteras, terminaron por dirigirse a los centros de consumo y producción más relevantes de aquel momento histórico: Estados Unidos y Europa Occidental. 

Al comenzar el Porfiriato, el sector minero estuvo en la posibilidad de funcionar sin dificultad con el oro y la plata como una tradición de explotación. Sin embargo, para 1890, el cobre, el plomo y el zinc tuvieron una demanda adicional por la necesidad de esos materiales en los procesos de la Segunda Revolución Industrial, mientras los ferrocarriles resultaron fundamentales por su capacidad de transportar bienes voluminosos y pesados. 

En el sector agrícola del Porfiriato, las exportaciones de henequén destacaron y tuvieron un crecimiento sostenido durante todo el periodo (Cárdenas, 2015: 227), la fibra mantuvo una fuerte demanda, que disminuyó hasta la aparición de los materiales sintéticos. En segundo lugar, el café resultó importante por tener crecientes mercados de consumo en el extranjero, las zonas productoras fueron Veracruz y Chiapas, aunque en aquel momento México resultó un exportador marginal. Otros productos lograron colocarse con éxito.

Por su parte, al comenzar el Porfiriato, las importaciones fueron en esencia de bienes de consumo. Aunque para 1890, la maquinaria y los capitales resultaron fundamentales para enganchar la economía nacional al sistema internacional. Es de hacerse notar, la disminución del valor de la plata provocó problemas en la balanza del comercio exterior, lo cual afectó a México en el flujo de mercancías internacionales, aunque no detuvo su marcha. 

Las exportaciones e importaciones terminaron por trasformar amplios sectores de la economía mexicana, por el eslabonamiento al exterior. Un caso paradigmático fue el del henequén de la península de Yucatán, el cual permitió el desarrollo de un sistema férreo independiente al del resto de la república, la cuantía de los recursos económicos quedó plasmada en el apogeo de Mérida. 

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