por Alef Pérez
El socialismo científico tuvo dos exponentes fundadores: Karl Marx y Friedrich Engels, llegaron a tales planteamientos hasta principios de los años cuarenta del siglo XIX. Para 1848, momento de las Revoluciones de la Primavera de los Pueblos en Europa, publicaron el Manifiesto del Partido Comunista, tal panfleto buscó incentivar el movimiento obrero desde una postura radical. En él, la confrontación entre dos fuerzas contrapuestas de la sociedad o la “lucha de clases” resultó fundamental para el cambio con carácter revolucionario.
Al considerar las experiencias históricas, Marx observó con atención las convulsiones sociales para teorizar los caminos en búsqueda de la creación de una sociedad mejor. La Revolución Francesa funcionó como el caso paradigmático, al cual se sumaron los levantamientos europeos en 1820, 1830 y 1848. Por influencia de Engels, consideró el movimiento obrero británico como una fuerza social significativa (Hobsbawm, 2011: 65). Por último, alcanzaron a analizar la Comuna de París como un acontecimiento esperanzador y con predecible final trágico.
A través de las experiencias históricas, Marx comprendió el carácter revolucionario de la burguesía, que al correr del siglo XIX paso a ser conservadora y terminó por afianzarse en el poder. Por su parte, el proletariado figuró en diversos acontecimientos como en la República Jacobina en Francia o casi un siglo después en la Comuna de París. Sin embargo, continuó como la clase explotada. Para un futuro mejor para la mayoría, aquellos capaces de manipular los medios de producción debieron convertirse en quienes estuvieran al frente de un Estado socialista, la llamada “dictadura del proletariado”.
Al considerar el aspecto geográfico, los estados-nación de la burguesía conformaron un buen punto de partida al pensar el análisis para crear posibilidades en el papel. Para Marx, la organización territorial resultó fundamental, aunque nunca profundizo en tal aspecto. Sin olvidarse, tampoco teorizo mucho sobre la sociedad en el socialismo, aunque comprendió que la misma mostró algunas diferenciaciones en su interior.
Al ser imperfecto, el modelo socialista de Marx resultaba sólo transitorio para alcanzar el comunismo. En particular, el elemento de la transición fue medianamente tratado, el Estado socialista terminaba por disolverse progresivamente, al no existir una amenaza burguesa tampoco necesitaba funcionar la “dictadura del proletariado”. En el siguiente paso, al ser una sociedad teóricamente compleja, la comunista planteaba una “administración de las cosas”.
Comentarios
Publicar un comentario