por Alef Pérez
En los años ochenta, los hogares mexicanos observaron la llegada desde el exterior de uno u otro elemento digital novedoso a su entorno. Al correr de las décadas, estos artefactos profundizaron su presencia en la sociedad mexicana, en cuestión de meses o al mismo tiempo que en los países avanzados, los últimos productos de consumo de este tipo llegaron a México por la apertura comercial y, en constante crecimiento, por la dependencia tecnológica.
Entre los electrodomésticos, al comenzar los años ochenta ya se encontraron en el mercado los más relevantes. Las lavadoras, refrigeradores, hornos de microondas, entre otros fueron incorporado nuevas funciones y controles digitales, manteniendo su esencia. Por su parte, la televisión creció en las dimensiones de la pantalla y por el cambio de sus componentes pudieron ser más delgadas y livianas, dejaron de transmitir por señal analógica e, incrementando la oferta de canales gratuitos, pasaron a la digital, sin olvidar la posibilidad actual de mostrar prácticamente cualquier contenido audiovisual de internet.
Por su parte, la presentación como la capacidad de las consolas de videojuegos y las computadoras presentaron desde los años ochenta hasta la actualidad diversas transformaciones. Los videojuegos comenzaron con gráficos muy pobres como con el Atari a construir los escenarios de una enorme calidad en los detalles, por ejemplo, con el Xbox One. Las computadoras comenzaron con rudimentarios comandos para ingresar a sus programas a sistemas operativos más amenos, el primero en este tipo fue Window 95, otro cambio ha sido su forma como objeto, moviéndose de la PC a la Laptop, compactándose más en los últimos años con tabletas, smarphone y smarwatch. De una u otra forma, la mayoría de los mexicanos tienen contacto todos los días con este tipo de aparatos.
En el día a día, un elemento fundamental en las nuevas tecnologías es la conexión a internet. A los hogares, comenzó a llegar por el cable telefónico. Posteriormente, las señales Wi-Fi emanaron de la misma conexión telefónica o de cables de fibra óptica en los últimos años. En el decenio del 2010, con la masificación del uso de los smarphone, la conexión a través de datos móviles creció de forma exponencial, aunque aún es posible encontrar carencias en el servicio.
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