La lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) frente la desaparición de Luz y Fuerza del Centro
por Alef Pérez
El 11 de octubre de 2009, el gobierno de Felipe Calderón desapareció Luz y Fuerza del Centro, era una empresa perteneciente al gobierno hasta ese momento. En el sector, la zona centro del país pasó a manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que comenzó a controlar el suministro de todo el país. La acción resultó espectacular y contundente. Posiblemente se trató de facilitar el camino de la privatización de la generación de electricidad.
De un día para otro, cuarenta y cinco mil trabajadores perdieron su fuente de ingresos. Para aceptar lo acontecido como un hecho consumado, las autoridades otorgaron indemnizaciones por encima de la ley, más la posibilidad de sumarse a la CFE. Al menos dieciocho mil trabajadores no aceptaron las condiciones y se prepararon para resistir (Pérez, 2013: 256), a pesar de tener todo el poder gubernamental en su contra.
Al viejo estilo priísta y del autoritarismo presidencial de épocas pasadas, el gobierno calderonista del PAN mantuvo su decisión de desaparecer de golpe a Luz y Fuerza del Centro. Por su parte, los trabajadores afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con la titularidad del contrato colectivo, encontraron un corporativismo obrero nacional desmoronado, incapaz de apoyarlos en su lucha. La campaña negativa en contra de los trabajadores actuó con fuerza, tachándolos de flojos, holgazanes, rateros y corruptos. Sin embargo, esto se dio al amparo de la dirección de la misma paraestatal con mayores vicios, que los existentes en la base.
El SME y, en especial, sus agremiados mostraron una gran capacidad de movilización, que estuvo alimentada por la desesperación de la perdida individual y colectiva de los ingresos para satisfacer cualquier necesidad. Marchas, plantones, pintas y otra infinidad de actividades se realizaron para tratar de revertir lo sucedido. Nada se logró hacer, el régimen calderonista mostró su rostro insensible.
En la administración del servicio eléctrico, la CFE resultó incapaz de administrar de forma eficiente sus nuevas instalaciones, estuvimos a un paso para llegar a apagones generalizados en la zona centro del país. En no pocos casos, los nuevos cobros resultaron exorbitantes. Al correr de los años y después de una heroica resistencia, las protestas fueron menguando.
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