La conciencia ecológica en México durante el neoliberalismo

por Alef Pérez

La existencia de diversos problemas en aéreas urbanas como son la dificultad de llevar agua potable a toda la población de forma constante y la contaminación del aire provocaron desde los años ochenta el surgimiento de una conciencia ecológica, la misma a permitido señalar los grandes problemas existentes en México, sin lograr evitar el constante deterioro medio ambiental, el cual en algunos momentos pareciera acelerarse. 

En las últimas décadas, el gobierno mexicano junto con la mayoría de los países del mundo firmó diversos acuerdos para contrarrestar los quebrantos del medio ambiente, el primero en este sentido es el Protocolo de Kioto de 1997, donde se planteó la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera, el cual mostró tener resultados muy por debajo de los esperados.

Con bandera ecologista, diversas organizaciones internacionales llegaron a México desde Europa y los Estados Unidos, la más notoria es Greenpeace, aunque también existen diversos grupos creados por mexicanos de alcance local y nacional. Desde la Selva Lacandona, el neozapatismo incorporó a sus demandas el cuidado del medio ambiente por ser una preocupación inmediata de las comunidades indígenas. Algunos más mostraron su oportunismo como el Partido Verde, el cual sólo piensa en sus intereses, permitiéndose pasar sobre la naturaleza. 

En particular, las acciones de mayor relevancia comienzan desde el ámbito personal, las cuales llegan a ser ejemplos para la familia y los amigos. El reciclaje resultó un cambio fundamental, donde algunas personas a través de la separación obtienen recursos monetarios. No consumir productos empaquetados en plásticos, mientras las compras la transportación y el almacenamiento se realizan en contenedores biodegradables. El dejar el automóvil, mientras crece la utilización de la bicicleta en las aéreas urbanas o la preferencia por el transporte público. Éstas y otras medidas son fundamentales para la conservación ecológica. 

En cierta medida, diversas compañías identificaron la creciente conciencia ecológica y la convirtieron en una necesidad de consumo. En casi todos los ámbitos, podemos encontrar productos responsables con el ambiente, aunque siempre hay que tener cuidado, de que no se trate de una simple fachada. Sin olvidar, los gobiernos estatales y federal muestran una conducta similar a la de los empresarios, con pequeñas acciones, en su caso para ganar votos.

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