La tecnología bélica de la Primera Guerra Mundial

por Alef Pérez

En la Primera Guerra Mundial, el armamento utilizado resultó en cambio importante en la capacidad destructiva, no eran novedades, más bien se trató del perfeccionamiento para un uso práctico en el combate, aunque en ocasiones no supieron sacarle provecho los generales de los dos bandos enfrentados. De forma más específica, las terribles consecuencias humanas fueron producto de los avances tecnólogos en cuestiones bélicas, tanto para los soldados como para la población civil, frente lo cual, los estrategas debieron modificar sus planteamientos sobre el desarrollo de las batallas. 

En el Frente Occidental, los británicos fueron los primeros en incorporar vehículos artillados blindados, aún conocidos por su nombre clave: tanque. En buena medida, los comandantes no encontraron una forma de utilizar tal armamento, les faltó un poco de ingenio. En una situación similar, los alemanes tuvieron los propios. Los aviones resultaron poco prácticos en las acciones bélicas a pesar de su espectacularidad. Por lo tanto, los dos medios de transporte militar mencionados fueron desperdiciados. 

Como los tanques y las aeronaves, los alemanes utilizaron sustancias químicas en el campo de batalla, en menor medida, los británicos hicieron lo propio. A grandes rasgos, los irritantes de las vías respiratorios y los ojos fueron los productos más comunes. Aunque también llegaron a utilizar sustancias letales como el cloro. Sin embargo, su eficiencia resultó cuestionable, sólo logró ser un armamento repudiado de forma general y prohibido a la posterioridad. 

En los mares, las armadas británica y alemana tuvieron pocos enfrentamientos en la superficie, por la posibilidad de ver hundidas sus propias embarcaciones, lo cual los llevó a un punto muerto (Hobsbawm, 2004: 35). Sin embargo, desde las profundidades, los submarinos alemanes acosaron a todas las embarcaciones del grupo contrario, militares o civiles, estuvieron cerca de ahorcar económicamente a Gran Bretaña. 

En las trincheras, las ametralladoras y las granadas resultaron fundamentales, mientras, la retaguardia estuvo cubierta por la artillería, estos armamentos fueron producidas en masa por su eficiencia, mientras su capacidad destructiva fue mayor a la del pasado inmediato. El avance de tales armamentos volvió irreconocible las formas del combate, al volverse indispensable la distancia entre los bandos enfrentados y el ocultarse para lograr sobrevivir. 

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