En la época de las Reformas Borbónicas, la parte de la élite novohispana vinculada a la economía interna era la alta jerarquía eclesiástica y los hacendados. Esta relación estrecha con los mismos territorios del virreinato permitió crear su identidad colectiva, así se identificaron con un sentimiento nacionalista de estas tierras dentro del imperio Español. La mayoría de estos hombres nacieron como criollos, aunque también existieron en la misma situación mestizos y españoles, aunque todos se identificaron como criollos, esto al considerar que su patria se encontraba en América y no en Europa.
En particular, la Iglesia mostró ataduras al territorio novohispano por el diezmo, del cual obtuvo amplios recursos, también era el latifundista con más tierras, las cuales pasaron a ser rentadas por terceros o directamente explotadas, también funcionó como prestamista, de donde recibió cantidades importantes a través de intereses casi siempre de los hacendados. En pocas palabras, funcionó como base de toda la economía novohispana y fue el sector más golpeado por los impuestos de las Reformas Borbónicas, al entregar una buena parte del diezmo a la corona y, frente la misma, perder autonomía.
No se puede olvidar, los hacendados vivieron bajo la presión de la posibilidad de tener un mal año de cosechas por inundaciones o sequías, las cuales fueron muy comunes en los últimos tiempos de la colonia, sin olvidar los cambios repentinos en los precios agrícolas que complicaron la colocación de sus productos en los mercados. El crédito de la Iglesia era fundamental, el cual comenzó a faltar cuando las Reformas Borbónicas fueron implementadas y muchas cosechas no llegaron a buen término. Así, la bancarrota resultó algo común entre los grandes terratenientes de aquellos años.
Por su vinculación con la economía interna, la alta jerarquía eclesiástica y los hacendados construyeron un sentimiento de apego a la Nueva España, aunque la verdadera ideología nacionalista provino de los letrados. Estos hombres constituyeron una élite intelectual, donde se pudo observar a los que eran por nacimiento mestizos o españoles, aunque la mayoría eran criollos por nacimiento. Aunque por su postura y rango en la sociedad, llegaron a recibir en general el nombramiento de criollos. Su extracto económico estaba más cercano a lo que nosotros llamamos clase media, pues se conformó por abogados, funcionarios públicos de poca monta, el bajo clero, entre otros que gustaron de las letras. En buena medida, a través de sus lecturas, formularon ideas alternativas al dominio español.
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