Tras la Segunda Guerra Mundial, los imperios coloniales estaban en proceso de extinción, sin embargo los franceses negaron su realidad al luchar por mantener la subordinación de territorios ultramarinos. En 1954, fueron derrotados en Indochina (Vietnam) y de inmediato marcharon a Argelia, pensaron posible evitar la ruptura de los lasos de dependencia, no consideraron la tenas resistencia de los insurrectos.
Con diversos actos de rebeldía y de represión como antecedentes, el 1º noviembre 1954, la Guerra de Independencia de Argelia comenzó con una ofensiva del Frente de Liberación Nacional (FLN) al atacar varios objetivos militares. En respuesta, Francia reforzó sus posiciones para sofocar los focos del conflicto. En realidad, la confrontación comenzó a complicarse para los grupos beligerantes, los cuales movieron a sus efectivos en diversos frentes en sus territorios y fuera de ellos.
En buena medida, Francia libró una guerra convencional con fuertes ofensivas, la cual no tuvo cuidado en evitar causar daño a la población civil. Como otra arista del conflicto, los servicios de inteligencia actuaron con saña a través del secuestro, la tortura y el asesinato. A grandes rasgos, las efectivos invasores actuaron violando las reglas de la guerra civilizada y su alto mando lo consintió y hasta llegó a fomentarlo. Por su parte, el FLN logró utilizar los abusos de sus enemigos para incrementar su apoyo popular, aunque en diversas ocasiones actuaron con la misma saña en contra de argelinos no simpatizantes de su causa.
No sólo era el escenario de Argelia, los gobiernos y, en especial, los pueblos del mediterráneo africano apoyaron al FLN, por considerar su lucha justa frente invasores católicos en territorios islámicos. En Francia, la opinión pública estuvo dividida entre los convencidos de la necesidad de mantener su colonia y quienes pensaron necesario pactar la liberación del territorio, al extenderse el tiempo de la intervención militar, los segundos fueron convirtiéndose en mayoría y llegaron a realizar varias manifestaciones por la pacificación.
En 1958, la IV República de Francia llegó a su fin y dio paso a la V, que estuvo encabezada en un principio por el general Charles de Gaulle. Tras lo cual, los militares consideraron tener en la sima del poder político a uno de ellos. En respuesta, el régimen llegó a implementar el «Plan Constantina», el cual buscó estrechar los lasos económicos entre la metrópolis y su colonia para volver inviable la descolonización de Argelia, no funcionó. En 1962, un referéndum legitimó la independencia, que quedó consumada.
Comentarios
Publicar un comentario