Revolución de Octubre

por Alef Pérez

Emanado de la Revolución de Febrero de 1917, el gobierno provisional ruso no logró consolidar su autoridad, por el contrario, comenzó a desmoronarse en cuestión de pocos meses. Como ejemplo de sus problemas, no sometió la intentona golpista de los zaristas, por lo cual, solicitó apoyo a grupos revolucionarios más radicales entre ellos los bolcheviques, quienes comenzaron a ser vistos como una alternativa sólida para dirigir el destino del país. 

Frente la debilidad del gobierno provisional, Lenin comenzó a plantear la toma del poder. Para lo cual, contó con la organización experimentada de los bolcheviques, quienes estuvieron inmersos en la situación revolucionaria de la creación de los soviets en las fabricas, los barrios y el campo, estos eran la esencia de la organización popular, sin olvidar el control sobre Petrogrado -hoy San Petersburgo- y Moscú. El apoyo generalizado de la población no fue por el anhelo de llegar al socialismo, por el contrario, pensaron que era la única forma de liberarse del dominio de los zares (Ferro, 2003, 75), aunque el último abandonó el poder meses antes, sin olvidar el peso simbólico de mantener a la Gran Madre Patria unida. 

Al sentirse arrinconado por las perspectivas revolucionarias, el gobierno provisional llegó a buscar la entrega de Petrogrado al ejército alemán en lugar de dejarlo en manos de los bolcheviques (Hobsbawm, 2004: 70), quienes capitalizaron la situación al apelar al nacionalismo del pueblo ruso. Al encontrarse en medio de los acontecimientos, Lenin insistió en tomar el poder, consideró inmejorable el momento por el fuerte apoyo popular, en caso de demorar, planteó un escenario catastrófico al considerar que ninguna fuerza política y social tendría la capacidad de controlar la anarquía.  

En mancuerna con Lenin, León Troski actuó como dirigente de la Guardia Roja, que funcionó como brazo militar de los bolcheviques y de los soviets. Con esa fuerza, preparó la toma del Palacio de Invierno de Petrogrado, donde gestionó el gobierno provisional. En los acontecimientos, el 7 de noviembre de nuestro calendario y el 25 de octubre del ortodoxo utilizado por los rusos en aquel momento, los bolcheviques no arrebataron el poder, sólo se quedaron sin oposición para alcanzarlo y estuvieron listos para tomarlo. 

Tras la toma del Palacio de Invierno, algunos soñaron con la revolución universal, sin duda existieron importantes rebeliones en diversos puntos de Europa por el peso en las sociedades de la Primera Guerra Mundial, sin embargo fracasaron. Por su parte, los victoriosos bolcheviques consideraron cada día en el poder como un logro. En su momento, Lenin señaló que superaron el tiempo que duro la Comuna de París. A grandes rasgos, la Revolución de Octubre resultó ser un parteaguas para la historia de Rusia y, a mayor escala, significó el inicio de un sueño para algunos o pesadilla para otros, que marcó el siglo XX a nivel global. 

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