El surgimiento del mercado de masas de la Primera Revolución Industrial

Alrededor del 1780, Inglaterra era una zona central del capitalismo. Es posible considerar, en aquel momento, tal modo de producción dominó las relaciones económicas de la isla. No obstante, la Primera Revolución Industrial estaba por potenciar su desarrollo, a niveles previamente inimaginables al generalizar el consumo de sus mercancías en los extractos sociales desposeídos.

A nivel social, para finales del siglo XVIII en Inglaterra, el proletariado comenzó a crecer en números como nunca antes en la historia, tuvieron un papel fundamental en la Primera Revolución Industrial al producir, al obtener un salario y al convertirse en los indispensables consumidores (Hobsbawm, 1999: 40). En el mismo proceso, las urbes inglesas resultaron fundamentales, en ellas las mercancías llegaron con facilidad a sus destinatarios por la densidad demográfica y las ventajas de poner un punto de venta en tal contexto, esto significó una disminución relativa de la capacidad de autoconsumo en el campo, que perdió la posibilidad de bloquear las transformaciones. Es de anotarse, en cualquier otro lugar, la vida rural imposibilitó un cambio semejante.

En el interior de la isla de los ingleses, las comunicaciones estuvieron listas para recibir el flujo de insumos y mercancías. El río Támesis alimentaba a Londres y otras zonas rivereñas, a lo cual se sumaba una amplia red de canales navegables y de caminos que conectaron adecuadamente a las ciudades británicas. Es posible agregar, la insularidad resultó importante para la navegación de cabotaje de corta distancia.

No sólo se trató de condiciones sociales de consumo, parte de la burguesía tuvo que tomar la decisión de producir masivamente para los más pobres, lo cual no era considerada como una decisión sensata. Por el contrario, era más seguro producir para los adinerados, que representaban mercados cautivos. Sin embargo, algunos osados tomaron la decisión de enfocarse a las masas, en un principio con vestimentas a base de algodón.

La ampliación de los mercados superó el ámbito de lo local, Inglaterra utilizó su posición como potencia militar naval dominante para colocar sus mercancías alrededor del globo, lo que la convirtió en el imperio hegemónico a nivel global. Es de señalarse, a diferencia del epicentro de la Primera Revolución Industrial, ninguna nación tuvo una importante ampliación de sus mercados, sin embargo, a través de la fuerza y de la restricción de las mercancías locales, los productos ingleses pasaron a ser en muchos casos los preponderantes, sin olvidar que sus precios resultaron altamente competitivos, esto resultó posible por la eficiencia del transporte marítimo. Así, a través del dominio formal e informal de amplios territorios, la producción industrial alcanzó a quienes pudieron comprar sus productos, los cuales constituyeron amplias masas de consumidores.


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