En 1415, el hijo del rey Juan I de Portugal participó en
una expedición militar en contra de los musulmanes del Norte de África. Más que
la experiencia bélica, quedó marcado por la idea de surcar los mares, al subir
al trono y dejar ver sus intenciones, sería conocido como Enrique el Navegante,
quien patrocinó y cobijó diversas expediciones para adentrarse más y más al
sur.
Bajo el reinado de Enrique el Navegante, los avances de
los navíos portugueses resultaron constantes por la costa occidental de África.
Los descubrimientos comenzaron en 1420, con las islas Madera, para 1431 eran
las islas Anzures, en 1434 bordeó el cabo Bojador, tiempo después, en 1460
(Pirenne, 1995, p. 362), localizaban las islas de Cabo Verde. Los sucesores del
monarca continuaron patrocinando a las expediciones marítimas, en 1488,
llegaron al cabo de Buena Esperanza, que resultó ser el punto más al sur de
África y la entrada al Océano Indico.
En términos geográficos para viajar en los mares, las
expediciones de Portugal estaban respaldadas por corrientes marítimas, que les
permitieron tener un importante impulso al comenzar cada viaje. Aunque
resultaba más significativa su capacidad cartográfica, la cual les sirvió para
plasmar en papel cada uno de sus descubrimientos. La tecnología para navegar
también sufrió un cambio significativo con la aparición de las carabelas y
galeones. Los cuales, comparándolos con los navíos anteriores, tenían un mayor
número de velas podían surcar los océanos con facilidad, aunque tuvieran el
viento en contra, esto al moverse en zigzag.
A pesar de sus descubrimientos, los conocimientos de los
mares de los portugueses no alcanzaban a ver algunas posibilidades, en
consecuencia en 1484, Cristóbal Colón no fue apoyado por Juan de Portugal en su
proyecto de navegar por el occidente al oriente por considerarlo inviable. Así,
perdieron una oportunidad dorada para ser los primeros en alcanzar lo que se
conoció como América. Por su parte, para 1498, los navíos de Portugal llegaban
a la India para dominar sus mares.
En un giro de la
situación, los descubrimientos al navegar al occidente de Cristóbal Colón
favorecieron a los españoles, quienes reclamaban su parte en las nuevas
tierras. Tal escenario creó dos competidores por las lejanas tierras y el
control de los mares, el papado decidió intervenir para poner orden, así, el
Tratado de Tordesillas fue firmado en 1494, fijó el limite entre las posesiones
de Portugal y España, sin embargo, los primeros buscaron mover la línea
divisoria lo más al occidente posible, donde aparentemente no existía nada,
sospechando de la existencia de algo importante, encontraron lo que se conoció
como Brasil.
Interesante la expedición de Cristóbal que no fue apoyada por los portugueses
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