Posiblemente sin el comercio, la complejidad agrícola y social de Oasisamérica no se hubiera alcanzado, diversos elementos procedían de Mesoamérica. El maíz, la calabaza y la mayoría de las especies de frijol viajaron por los corredores comerciales para llegar a la actual frontera noroeste entre Estados Unidos y México, donde se quedaron para ser cultivados.
Más o menes entre el 200 y el 900 d.C., lo que encaja cronológicamente con el clásico mesoamericano, el corredor comercial entre las superáreas culturales se encontraba ensanchado, por la existencia de poblaciones como Alta Vista en el actual estado de Zacatecas. La disminución de la precipitación pluvial colapsara parte de las poblaciones del área norte mesoamericana, lo cual significó una reducción de los corredores comerciales, los cuales permanecieron a través de pequeñas comunidades en la sierra Madre Occidental y la costa del Pacífico.
En el posclásico es fácil observar las sonajas de cobre producidas dentro del imperio Tarasco en el actual estado de Michoacán por casi toda Mesoamérica y las mismas llegaron a Oasisamérica. Este caso resulta curioso, al ser posible que la tecnología para trabajar el cobre procedía del Imperio Inca, a través de una ruta marítima, de ser verdad esta hipótesis, amplia los contactos entre los pueblos prehispánicos de las Américas.
Por su parte, el abulón podía localizarse por muy al sur en las costas de la Baja California, territorio de cazadores-recolectores, el cual se exportaba comúnmente a las comunidades oasisamericanas (Braniff, 2001: 242), por lo codiciado del color azulado. En un caso particular, hacia el año 1,000 d.C., llegó hasta Tula, en el actual estado de Hidalgo, el cual decoraba el rostro de una figura, la cual tiene un núcleo elaborado con cerámica Plomiza, que es originaria de Guatemala.
La guacamaya era originaria de las regiones tropicales, por la complicaciones para obtenerlas, las élites oasisamericanas las adoptaron como parte de su representación de poder. Transportar al ave viva resultaba toda una proeza, básicamente por las enormes distancias que separan a las dos superáreas culturales.
Es complicado establecer una forma exacta de las líneas comerciales entre las dos superáreas culturales, en especial considerando los constantes cambios al transcurrir de los siglos. Sin embargo, queda claro que se trataba de un comercio principalmente de lujo.
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