El tributo para la Triple Alianza.


La expansión bélica de la Triple Alianza encabezada por los mexicas tenía como uno de sus incentivos la ampliación de la recaudación tributaria. Así, los calpixcalgos funcionaban como unidades territoriales de recaudación, que no encajaban con la distribución de las provincias del imperio (Florescano, 2009: 416). Los encargados del tributo eran denominados calpixqui, en caso de ser el territorio de alguna de las tres capitales de la Triple Alianza se dirigía directamente a la misma lo recaudado, por su parte, sí se trataba de una posesión en conjunto, los recursos se trasladaban a Tenochtitlan para ser repartidos.
            El tributo era pagado de forma colectiva por los calpulli o los barrios de los pueblos, en consecuencia, la recaudación en la base correspondía a las autoridades de los mismos. La mayoría pagaba en productos, algunos más en trabajo, como en el caso de las provincias fronterizas al realizar servicio militar, cuidando o realizando expediciones a las tierras vecinas. Otros en obras colectivas, como en las constantes ampliaciones del Templo Mayor de Tenochtitlan o en el Albarradón de Nezahualcóyotl.  
Normalmente, el sistema tributario mexica significaba pocos cambios para los conquistados, los gobernantes locales permanecían siempre y cuando aceptaran las condiciones del pago de tributo, esto permitía evitar la creación de una amplia burocracia complicada de mantener. La necesidad de representantes directos o guarniciones militares para asegurar la recaudación eran casos esporádicos.
En Tenochtitlan, los pipiltin o nobleza dedicada a la burocracia, sacerdocio y al ejército era principalmente alimentada por el tributo, los productos llegaban de la misma ciudad y de la zona chinamperas de Chalco y de Xochimilco, también cooperaban otras localidades del Valle de México y de regiones circundantes. En ciertas ocasiones, podía dirigirse a poblaciones necesitadas, como una forma de mitigar los problemas sociales.  
Los artesanos de Tenochtitlan y, en menor medida, de las otras dos ciudades de la Triple Alianza obtenían parte del tributo en materias primas de lujo como plumas de aves exóticas de tierras lejanas, lo cual permitía incrementar la calidad de su trabajo. En otros casos, algunas poblaciones lejanas mostraban una importante destreza en la elaboración de cerámica u otros productos, por lo cual era lo solicitado, esto facilitaba el perfeccionamiento de las técnicas a escala regional.  
Al ver casos específicos, el valle de Morelos tributaba algunos productos tropicales y principalmente algodón. En esta región, inicialmente, los de Cuahnnáhuac entregaban a Tetzcoco como miembro de la Triple Alianza, aunque con los reacomodos de poder, la mayor parte llegaría a Tenochtitlan. Entre los zapotecas y mixtecos del área de Oaxaca las conquistas resultaron complicadas y de un éxito dudoso, la recolección de tributo se interrumpía constantemente.

Ver tema general:
Ver tema:

Comentarios