El área mesoamericana de Oaxaca en el clásico.


El área de Oaxaca dejó atrás el preclásico y comenzó su historia en el clásico mesoamericano alrededor del 200 d.C., en una transición sin sobresaltos, Monte Albán era la urbe más importante en aquel momento en la región. En este periodo se sintió la influencia de Teotihuacán, se trató de una relación entre iguales de dos imperios que dominaban diferentes regiones. Aunque las influencias se movían de un lugar al otro, Teotihuacán tenía un barrio oaxaqueño, por otro lado, los productos de manufactura teotihuacana fueron comunes en las tierras de los zapotecos y mixtecos.
Monte Albán alcanzó una población de 30,000 habitantes, de los cuales la mayoría eran zapotecos, ocupó el espacio del mismo cerro de Monte Albán y otros tres circundantes. No tuvo grandes calzadas como la mayoría de las urbes mesoamericanas, su vida la articulaba desde la Gran Plaza y Atzompa, los dos distritos ceremoniales y administrativos, alrededor se observaban las terrazas habitacionales, que se distribuyeron en las laderas de los cerros. Los barrios pueden ser considerados como siqui, donde las familias extensas organizaban su vida, alrededor el 96% de la población fue de recursos humildes.  
Fuera de Monte Albán, en el valle de Oaxaca se extendió una red de tributarios, donde estaban integradas alrededor de 1,000 poblaciones, entre las cuales pudieron destacar tres, una por cada ramal del valle, que fueron los centros administrativos y religiosos regionales. En la Mixteca Alta, buscó dominar a los pequeños cacicazgos repartidos por toda la región, la oposición resultó importante, aunque los locales no actuaron en conjunto y tuvieron conflictos bélicos entre ellos.
Plaza principal de Monte Albán, Oaxaca.
La Gran Plaza de Monte Albán tuvo las funciones ceremoniales y de mercado para las diversas regiones del actual estado de Oaxaca, con una capacidad para 10 mil personas. Fotografía de diciembre del 2018.

En el clásico tardío (600-800 d.C), Monte Albán vivió su máximo momento de esplender y el fin de los contactos con Teotihuacán. Las tumbas más lujosas de los gobernantes de la urbe correspondieron a ese periodo. La escritura zapoteca, muy antigua, se perfeccionó en aquel momento, llegó a poseer más de 100 caracteres, el sistema era mixto, existían símbolos logogríficos equivalentes a palabras o fonéticos, estos representaban sonidos para construir palabras. El poderío de la ciudad llegó a su fin en el 800 d.C., siguió siendo habitada sin lograr sobresalir. 

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