Sociedad y mentalidad de Oasisamérica.

por Alef Pérez

En Oasisamérica existieron objetos de lujo de la misma súper-área cultural o los exportados desde Mesoamérica, por ejemplo, los pericos eran utilizados como mascotas y para nada resultaron ser nativos. Los elementos que resaltaron por su belleza y detalles les pertenecieron a las élites de los pequeños y grandes cacicazgos, que fueron la base del control político y religioso. La familia extendida fue la base de la sociedad y usó las tierras de cultivo de forma colectiva.
En la proto-ciudad del Cañón del Chaco en Nuevo México, los anazasi construyeron enormes casas con múltiples cuartos, las cuales sobrevivieron parcialmente hasta nuestros días. A través de los siglos, esta costumbre permeó a culturas posteriores, lo cual consolidó la tradición de grandes casas comunitarias donde vivieron varias familias nucleares emparentadas. Estas comunidades tuvieron una propiedad en común de los bienes básicos y sus individuos trabajaron para todo el grupo. Sin embargo, entregaron una parte del trabajo colectivo a las élites. Muy posiblemente, esta situación terminó por repetirse en otras regiones de Oasisamérica. 
En cuanto a la mentalidad, el pensamiento de los oasisamericanos era mítico-religioso, esto significó que todo terminó vinculado con entidades sobrenaturales. La mayor parte de sus tradiciones estuvieron relacionadas al cultivo de la tierra. Sin embargo, el peso de la tradición histórica del pasado y el constante contacto con nómadas volvió algo fundamental su actividad como cazadores en la conformación de su visión del mundo. 
Entre los anasazi, el momento de la creación de los hombres fue cuando los espíritus subieron a la tierra por el centro del mundo, lo expresaron como parte de un remoto pasado mítico (López, 2007: 47), sin existir precisión temporal. En términos míticos-religiosos, los espíritus otorgaron la vida y de ellos procedieron todas las criaturas del universo. Tuvieron su principal morada en las montañas, en algunos casos, vivieron de forma invisible y visible entre los hombres para apoyar o causar el caos.
En el momento de expresarse, el culto a las principales deidades fue organizado a través de sociedades secretas dentro de la comunidad. Por ejemplo, la sociedad del Antílope y la de la Serpiente fueron las encargadas de inducir la lluvia por medio de la famosa danza de la serpiente, durante la cual algunos de los participantes sujetaron los reptiles vivos con los dientes. 



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