La producción cinematográfica de los años veinte, que
se trataba de películas mudas, dejó muy pocos trabajos a la posteridad, la
mayor parte se perdió. Lo tacharon de seguir los cánones norteamericanos, tuvo
enormes problemas para su distribución. Aquel cine resultó un fracaso
comercial.
Los años treinta vieron la llegada de la
primera filmación sonora mexicana con la cinta Más fuerte que el deber, comenzaba una nueva etapa para esa
industria del entretenimiento, creció al amparo del gobierno. En general, la
sociedad mexicana es reflejada por el sexismo de las cintas, roles en los que
quedan encasillados los hombres y las mujeres. También intenta dar a conocer la
cultura de lo mexicano, la misma Revolución Mexicana se convirtió en uno de los
principales escenarios. La pequeña pero creciente clase media encontró
fascinación por estas obras.
La mayor exaltación del nacionalismo
provino de la derecha, la cual en plena reforma agraria cardenista planteó un
México muy diferente al de los ejidatarios, al poner a los rancheros y
hacendados en las proyecciones cinematográficas. En 1936, Allá en el racho grande, primera película de este género, creó sensación
en toda América Latina (Monsiváis, 2000: 1054). El charro cantor pasó a formar
parte de lo mexicano por definición, esa figura se encuentra presente en la
actualidad y fue forjada por el cine. El mundo indígena también resultó
retratado por los cineastas, mostró un rostro sereno capaz de soportar el paso
del tiempo, mientras mantiene su esencia.
Las salas de exhibición de gran lujo
comenzaron a verse en las colonias adineradas y de la clase media, un buen
ejemplo es el cine Opera. Mientras los barrios pobres mantenían la tradición de
las carpas para ver las películas, donde se podía ver una película por 3
centavos en un tiempo donde el kilo de tortillas costaba 27 centavos. Los
espacios para películas infantiles principalmente norteamericanas se empezaron
a abrir como matinés.
La vida de los artistas comenzó a ser
observada por los espectadores de las películas, las revistas les explicaban
los pormenores, sonaba escandaloso leer sobre la facilidad con que se
divorciaban y encontraban nuevas parejas. Una sociedad conservadora estaba
siendo cuestionada por los desfiguros de sus ídolos.
Contenido:
Ver tema general:
Ver tema:
Comentarios
Publicar un comentario