La década peronista (1946-1955)

En la Argentina de 1943, el golpe militar trastocó las relaciones políticas y, en particular, llevó a Juan Domingo Perón a las principales esferas de poder. Desde tal posición, logró convertirse en el hombre clave de la relación de los sindicatos con el gobierno, lo cual resultó fundamental para su posterior trayectoria y le otorgó su principal relación con las masas. En 1945, era candidato a la presidencia, lo cual logró mantener a pesar de las adversidades provocadas por la insubordinación de parte del ejército. A principios de 1946, alcanzó el triunfo electoral.

            Con el poder en las manos, Perón consideró necesario no fiarse en exclusiva de sus aliados políticos tradicionales. Así, comenzó la construcción del Partido Justicialista, que también puede ser considerado como Peronista (Torres, 2002: 61), al considerar que fue formado en exprofeso para el control político de su caudillo. En un contexto de constante crecimiento económico, alcanzó el apoyo de la mayoría de los grupos sociales, en especial los obreros, quienes confiaron en él y su proyecto.

Por otra parte, Perón trató con rudeza a sus opositores tradicionales. Dentro del aparato  gubernamental, los miembros de la Suprema Corte fueron destituidos como parte de una purga general a todo el Poder Judicial. En el ámbito universitario, los profesores con posturas francamente antiperonistas sufrieron el despido, mientras comenzó a existir una situación de constante vigilancia en las facultades y escuelas. Sin olvidar, la prensa enfrentó la censura.

En buena medida, durante sus primeros años en el poder, el peronismo logró actuar sin enfrentar una oposición solida por el crecimiento económico, que llegó a permear a casi toda la población de Argentina. En 1949, la Constitución Política cambió su contenido para incorporar derechos civiles y laborales, el planteamiento sobre propiedad de los recursos energéticos de la nación obtuvo inspiración de la Carta Magna mexicana. Al considerar las ambiciones políticas de Perón, la prohibición a la relección inmediata presidencial desapareció.    

En 1951, Perón alcanzó un segundo mandato, mientras la situación de su gobierno comenzó a ir de mal en peor, en buena medida por el fin de los años de bonanza económica, que volvió inevitable el surgimiento de las tenciones políticas. En tal contexto, para 1952, Eva Duarte de Perón murió victima de cáncer, esto resultó un duro golpe al perderse su intimo laso con el pueblo. Un elemento más de inestabilidad estuvo en la relación con la Iglesia católica provocado por la apertura a otros cultos, tal conflicto termino siendo la escusa de la alta jerarquía del ejército para comenzar su insubordinación, quienes dieron un golpe militar exitoso por la confusión y la incapacidad de reaccionar de los leales al gobierno. Así, en 1955, Perón decidió refugiarse en la Embajada de Paraguay de donde partió al exilio.


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