La tradición de los pueblos agricultores en el área Sureste
comenzó hacia el 2,500 a.C. con la creación de las primeras aldeas de
sociedades igualitarias. Lograron construir elementos culturales propios, que
se consolidaron rápidamente, su alfarería era refinada, pertenecían a la
tradición de la familia lingüística mixe. Tuvieron su origen en la costa del
actual estado de Chiapas, al poco tiempo traspasaron los territorios del
Sureste y llegaron hasta el Golfo de México, en este momento comenzaban a tener
intercambios de bienes, los más importante con quienes estaban creando los
rasgos característicos de la cultura olmeca.
Hacia el 1,200 a.C., la familia lingüística de los
mayas comenzó una lenta ocupación de los territorios del área del Sureste, es
de señalarse, que fueron dejando en minoría a los grupos mixe. También
cambiaron las estructuras de las comunidades, que cada vez eran más complejas.
Por su parte, la influencia olmeca se dejó sentir en aquel periodo, ya que los
habitantes del Sureste copiaron el estilo arquitectónico de los del Golfo e
importaron productos de lujo.
En el 400 a.C., el colapso del mundo olmeca significó
migraciones de estos grupos al área Sureste, que al combinarse con los elementos
locales crearon lo maya del preclásico tardío.
La característica arquitectónica más importante de este periodo es el
gigantismo, así se erigieron construcciones como el Tigre en el Mirador y la
Estructura II de Calakmul ambas de 55m o la fosa defensiva de dos kilómetros
que protege el perímetro de Becán. Para todas estas obras arquitectónicas
necesitaron de una enorme cantidad de mano de obra, la cual se consiguió con
tributo, de pequeños pueblos dominados.
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Vista de la
Estructura II de la zona arqueológica de Calakmul. En el preclásico tardío, la
Estructura I fue una de los ejemplos más notorios del gigantismo arquitectónico
del sureste mesoamericano. Fotografía de septiembre del 2019.
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La guerra entre los centros de poder fue una
constante, al grado de provocar la desaparición de lugares como el Mirador y la
consolidación de algunas ciudades-Estado, entre ellas Tikal. Por otra parte,
una cosmovisión procedente del mundo olmeca y que penetró en el resto de
Mesoamérica ya se puede observar, un ejemplo muy importante es el árbol de la
vida que conecta al cielo y al inframundo con el mundo terrenal, que se observa
en algunas Estelas. El fin del preclásico se señala para esta área en el 292
d.C.
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