por Alef Pérez
En el área Centro, la caída de Teotihuacán provocó un periodo de caos y de confrontación sin vencedores, que llegó a su fin por el 900 d.C. La época tolteca comenzó y marcó el inicio del posclásico temprano en la región. La nueva urbe dominante, Tula, estuvo en el actual estado de Hidalgo, inició una serie de guerras de conquista para ampliar su territorio, era un lugar de frontera entre Aridoamérica y Mesoamérica, al perder peso los agricultores en el área Norte. Tula surgió en un espacio semiárido, aunque tuvo la ventaja de ser irrigada por el agua de la Sierra Madre Occidental. Adicionalmente, a través de un inmenso trabajo tributario, construyó obras hidráulicas para tener cultivos todo el año.
Al referirnos a la urbe, Tula fue multiétnica, donde se encontraban los toltecas-chichimecas, nonoalcas, huastecos, mixtecos, mayas, entre otros. Su historia como la de otras grandes ciudades mesoamericanas estuvo entrelazada con la mítica Tollan, siendo complicado distinguir entre una y otra. Diversos pueblos conocieron a sus héroes, gobernantes, grandes hechos y decadencia. La Serpiente Emplumada o Quetzalcóatl fue uno de sus elementos de mayor simbolismo, lo consideraron un gobernante, que prometió regresar. Entre sus esculturas estuvo el chacmool.
La decadencia de Tula resultó ser lenta, aunque por el 1,200 d.C. perdió su hegemonía, mientras comenzó el posclásico tardío en el área Centro mesoamericana. Nuevamente, la guerra en donde ningún contrincante podía superar a los demás y por lo tanto de un enorme desgaste de la base social se convirtió en la regla. La misma dinámica bélica permitió en el surgimiento de la Triple Alianza entre Tlacopan, Tetzcoco y Tenochtitlán, ésta forma de organización surgió de la necesidad de controlar a múltiples pueblos subalternos al cobrar tributo y organizar las alianzas matrimoniales. Los mexicas fueron los más fuertes dentro de la Triple Alianza y encabezaron diversas campañas para conquistar nuevos territorios. Así, una nueva dinámica imperial comenzó, mientras el caos disminuyó por la existencia de un polo de poder de temer.
La base de la sociedad mexica era el calpulli, organización integrada por varias familias emparentadas que vivieron en el mismo barrio y tuvieron derecho a una parte de la tierra comunal. Frente los españoles, la caída de Tenochtitlán en 1521 d.C. significó el fin de la historia Mesoamericana sin la intervención significativa de otra Civilización.
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