por Alef Pérez Ávila
Los portugueses comenzaron con los grandes descubrimientos geográficos, después de décadas de lentos avances por el litoral de África, en 1488, llegaron al Cabo de Buena Esperanza en la punta sur de aquel continente, esto les dio una ruta de acceso al Océano Indico y sus riquezas. La corona española estaba convirtiéndose en una potencia continental, no concibió quedarse sólo viendo los logros marítimos de otros, por lo cual, utilizó experimentados marineros de diversas tierras.
Entre los inquietos soñadores, Cristóbal Colón conocía los mares y construyó un proyecto para partir de Europa, según el cual, navegaría rumbo el occidente para llegar al Lejano Oriente. Encontró patrocinio en las ambiciones de los reyes católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) de España. Partió del Puerto de Palos, tocó el archipiélago de las Canarias para aventurarse rumbo lo desconocido. Llegó a las Antillas el 12 de octubre de 1492. Reafirmó su idea de la redondez de la tierra y comenzó a trazar una ruta marítima, no alcanzó a comprender que estuvo en la entrada de un continente desconocido para los europeos. Unos meses después, regresó a España con la noticia.
El logro de Colón afectó el orden de los intereses de las potencias. Así, España y Portugal comenzaron una disputa por la posesión de las nuevas tierras y la posibilidad de más. Bajo intervención papal, firmaron el Tratado de Tordesillas, que estableció la zona de colonización y explotación de cada una.
Más allá de las dificultades legales, la mentalidad de los hombres resultó trastocada, la idea de un mundo planto se derrumbaba. El espíritu aventurero creció por la posibilidad de encontrar fortuna en las nuevas tierras (Landes, 2003: 106). En los viajes, los marineros imaginaron criaturas fantásticas o, en algunas ocasiones, fue su forma de explicarse lo desconocido hasta aquel momento. Durante varias décadas, los españoles estuvieron atrapados en las Antillas, sin encontrar en sus diversas expediciones nada relevante para su enriquecimiento.
En aquel periodo, los conocimientos geográficos crecieron. Américo Vespucio cartografió por primera ocasión el contorno del continente que llegó a tener su nombre: América, es de señalarse, tardó tiempo la consolidación de una conciencia colectiva de esto. Vasco Núñez de Bilbao cruzó el istmo de Panamá, encontró la Mar del Sur, hoy Océano Pacífico. En 1519, comenzó el primer viaje de circunnavegación, regresó a España en 1522 y es narrado en el texto de Antonio de Pigaffeta, Primer viaje en torno al globo.
Al enfrentar a los imperios americanos –mexica e inca– y a cacicazgos menores, los conquistadores lograron proezas espectaculares por su ambición de obtener riqueza. En términos geográficos, ampliaron el conocimiento al llegar a tierra dentro de América y las convirtieron en parte de los dominios de la corona española. Adicionalmente, algunas otras tierras continentales fueron conocidas, aunque permanecieron indómitas.
Comentarios
Publicar un comentario